La escucha de casos fue el primer servicio que prestó Cáritas; a partir de la escucha atenta, se detectan las necesidades de las personas y se puede idear y proponer un plan de atención integral al hermano necesitado. Es un espacio de acogida, de entendimiento y respeto a fin de analizar la problemática y apoyar a los hermanos para que, viendo con serenidad su situación y, contando con el respaldo de Cáritas, superen sus  crisis y aprendan a resolver sus problemas; se valora con ellas alternativas y recursos que pueden ayudarles en este proceso.

Este servicio, en particular, requiere de discreción, prudencia y discernimiento.  

Aquí hay dos niveles de atención: el primero  (escucha inicial) aporta los datos desde la visión personal del solicitante; a partir de ésto  se le informa acerca de los servicios con los que Cáritas cuenta y que podrían solucionar su problema. En caso de que Cáritas no cuente con lo necesario, se le canaliza a la  instancia adecuada.

El segundo nivel de atención consiste en realizar una visita domiciliaria al solicitante, este recurso permite conocer más datos de su realidad y proceder en consecuencia.